El Pueblo Gitano es la minoría étnica más importante de Europa y está compuesta por más de diez millones de personas. La Comunidad Gitana Navarra la forman alrededor de 7.000 personas, con una representación porcentual respecto a la población mayoritaria del 1,3% (para hacernos una idea más clara, éste porcentaje del 1,3% es lo que representa la Comunidad Foral de Navarra en España, en referencia a número de habitantes por CCAA).
Desgraciadamente tenemos que indicar, según datos oficiales publicados por el Eurobarómetro a nivel europeo y por el CIS a nivel estatal, que la Comunidad Gitana es el grupo que más rechazo y discriminación sufre. Además, es importarte señalar que los niveles de exclusión social son superiores a los de la sociedad mayoritaria, y en el caso de la educación las cifras todavía son más alarmantes si cabe (8 de cada diez niños/as no acaban la ESO). La precariedad laboral y el subempleo son muy superiores al del resto de la población, y en relación a la salud, mostramos un dato: la esperanza de vida de un gitano/a es 8 años inferior a la de la media.
Tanto es así que el Parlamento Europeo, el pasado 9 de marzo, pidió a los estados miembros compromisos concretos, materializados en objetivos vinculantes, para eliminar desigualdades, reforzando el acceso al empleo, la educación, la vivienda y la sanidad.
Por todo ello, reivindicamos a los partidos políticos que:
– Incluyan a la Comunidad Gitana Navarra en sus agendas políticas, con el objetivo prioritario de disminuir las desigualdades que les afectan en los ámbitos ya referidos.
– En la próxima legislatura impulsen el Plan Integral para la Comunidad Gitana de Navarra, que sea ratificado por el Parlamento y que este realice un seguimiento anual del cumplimiento del mismo.
– Den el paso de la sensibilidad, el reconocimiento y la intervención efectiva sobre las necesidades materiales y formativas de la Comunidad Gitana Navarra, a la voluntad de promover nuestra activa participación política en los distintos estamentos de representación social.
– No cesen en la lucha para erradicar los prejuicios y discriminaciones que configuran una imagen negativa de los gitanos/as, entendiendo que hemos alcanzado la disposición de suficientes mecanismos y jurisprudencia para el efectivo logro de la igualdad de trato para todas las personas gitanas como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho.