La Obra Social ”La Caixa” renueva su colaboración con Gaz Kaló, Federación de Asociaciones Gitanas de Navarra, apoyando un programa de actividades educativas para menores y mujeres.
El proyecto puesto en marcha por Gaz Kaló consiste en ofrecer un servicio de actividades educativas a los menores y formativas para las mujeres residentes en municipios navarros como Estella, Sangüesa, Tafalla, Berbinzana, Larraga, Caparroso y Peralta, entre otros. La ayuda que brinda la Obra Social “La Caixa” irá destinada a sufragar los gastos del personal que organiza y lleva a cabo las actividades.
Juan José Moreno, director de Área de Negocio de “la Caixa” en Tierra Estella, se ha mostrado muy satisfecho por la colaboración renovada con Gaz Kaló en este programa. “Hemos renovado nuestro apoyo a este programa de refuerzo escolar de las Asociaciones Gitanas de Navarra porque desde siempre la Obra Social “La Caixa” ha trabajado en favor de la igualdad de oportunidades para todas las personas, algo que todavía se hace más imprescindible cuando se trata de los menores y las mujeres, dos de los sectores de la población más vulnerables. El acceso a la educación es algo básico para que niños y mujeres afronten el futuro en las mismas condiciones que el resto”, ha señalado el responsable de “la Caixa”.
GAZ KALO: 15 años trabajando por la inclusión y la cohesión social
Gaz Kaló cuenta con una trayectoria de 15 años de trabajo, aportando un equipo de profesionales (trabajadoras sociales, técnicos en integración social y mediadores) que trabajan en coordinación permanente con los servicios sociales, centros de salud, y centros educativos. La Federación aglutina a 11 asociaciones gitanas y tiene presencia en las siguientes localidades: Pamplona, San Adrián, Carcar, Andosilla, Azagra, Estella, Valtierra-Milagro, Tafalla, Berbinzana, Larraga, Sangüesa, Caparroso, Peralta, Carcastillo, Marcilla y Ribaforada (usuarios atendidos: 1.963 personas, datos del ejercicio 2014).
La Federación de Asociaciones Gitanas de Navarra “Gaz Kaló” es una entidad sin ánimo de lucro cuya misión es “Coordinar, complementar y prestar servicios a las asociaciones gitanas, favoreciendo la interlocución con los diferentes sectores de la sociedad (Administración Pública, otras entidades, medios de comunicación, partidos políticos, etc), con el fin de impulsar la igualdad de trato, la promoción social, la identidad cultural y la imagen de la comunidad gitana en Navarra”.
Población gitana en Navarra
La población gitana de la Comunidad Foral, según el Plan Integral de Atención a la Población Gitana de Navarra 2011/2014, se calcula entre 7.000-8.000 personas. Se trata, asimismo, de un grupo muy joven, ya que alrededor del 40 por ciento de sus miembros tienen menos de 16 años, frente al 15,6 por ciento del conjunto de la población. Dentro de la Comunidad Foral, la mayoría de la población gitana se concentra en Pamplona y Comarca, en la Zona Media y en la Ribera, siendo su presencia en la Zona Norte más escasa. La Estrategia Nacional para la Inclusión Social de la Población Gitana 2012/2020 señala, en términos generales, que la comunidad gitana ha experimentado algunos avances en la incorporación social en los últimos 40 años. No obstante, estudios impulsados a nivel autonómico y estatal indican que todavía queda un camino largo por recorrer:
• El 77% de la población gitana vive en situaciones de pobreza.
• La calidad en el empleo de un porcentaje importante de gitanos y gitanas está muy afectada por la precariedad.
• En el ámbito educativo las tasas de fracaso escolar son muy superiores al resto de la población.
• Se observa una situación de desigualdad en salud que se manifiesta en un estado de salud más deficitario, en la mayor presencia de hábitos de riesgo para la salud y en el tipo de utilización de los recursos sanitarios.
• Un sector importante de la comunidad gitana continúa teniendo problemas relacionados con el hacinamiento o las condiciones de sus viviendas.
• La comunidad gitana es uno de los grupos sociales que más rechazo y discriminación padece.
En Navarra, como indica el informe de CIPARAIIS de 2013 “Vivir con menos de 454 euros al mes en Navarra”, el perfil de la persona que se encuentra en situación de pobreza responde al de una mujer, de 18 a 64 años, con estudios primarios, que se encuentra en situación de inactividad y que pertenece a un hogar de 2 a 4 miembros. Cuando nos fijamos en hogares sin ingresos queda claro que, cuando la unidad familiar está encabezada por mujeres jóvenes, desempleadas y/o que viven solas, aumenta la incidencia de la falta de ingresos, y desde Gaz Kaló constatamos que muchas de estas mujeres son gitanas, afectadas por una doble discriminación: ser mujer y ser gitana.
La situación de crisis económica sostenida en el tiempo está afectando no solo a la población gitana, sino también a las entidades que les atendemos. Desde 2012 hemos sufrido recortes en las subvenciones públicas de entre un 10 y un 60%. Los profesionales que trabajamos en ellas estamos realizando un sobreesfuerzo para poder seguir prestando nuestros servicios. Por desgracia…somos necesarios. Muchas familias gitanas precisan de nuestro apoyo para su día a día porque carecen de recursos, tanto económicos como personales, para poder dar respuesta a problemas tan sencillos como entender una carta, acudir al médico o ayudar a hacer las tareas escolares a sus hijos. Parece otro mundo, pero esto es real. Y sucede a nuestro lado. Estas situaciones se agudizan en las pequeñas localidades, donde todo el mundo se conoce, y donde hemos sido testigos de situaciones de conflicto que lo que realmente escondían era una tremenda ignorancia y la vergüenza por ello.
Creemos que para solucionar situaciones como esta, el arma más poderosa que existe es la educación. La Caixa nos apoyó en 2014 para retomar los apoyos escolares de varios pueblos. Pero no solo hay que trabajar con los niños: la intervención debe ser integral, con toda la familia, con los recursos de la zona (colegio, centro de salud, servicio social,…) y en todos los ámbitos que interactúan en el desarrollo de cada individuo: la salud, la educación, el empleo, la vivienda, la situación económica, las relaciones familiares,…